POESÍA
Con z de cercedilla (poemas inéditos)
Jorge Riechmann
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El arte —decía André Malraux—: lo único que resiste a la muerte |
Coraje para la verdad:
si lo tuviésemos el ser humano podría quizá incluso salvarse |
Pretérito
pluscuamperfecto de subjuntivo: nuestro tiempo en este tiempo dulce y deshilachado y tan aciago (si contenemos el deseo de mentirnos): debería haber sido deberíamos haber hecho deberíais haber evitado… |
Podríamos ser
chimpancés morales pero en vez de eso: perritos de Pavlov entrampados en pegajosas ciberredes |
En esa furgoneta
aparcada en la plaza de Cercedilla el logotipo de la empresa de jardinería ¿de verdad puede ser un operario con mochila sopladora de hojas? Silueta azul sobre fondo blanco Me acuerdo de cómo barría con escoba de hojas de palmera aquel esmerado empleado municipal en San Cristóbal de la Laguna Estamos perdidos |
El permafrost se derrite
en torno al Ártico. Pero permafrost significa: siempre congelado. Las palabras pierden su sentido —observa James Bridle— y con ellas desaparecen las formas que tenemos para pensar el mundo |
Borrarse
para dejar hablar al lenguaje —proponía el hermano Mallarmé Ah, borrarse para dejar hablar al silencio de los árboles |
Queridas diatomeas
queridos okapis queridas aguilillas calzadas perdón perdón perdón Vosotras hicisteis vuestra parte nosotros no No estuvimos a la altura |
Todas las advertencias ya se hicieron y no queda profeta sin esguince A Casandra la tuerce la migraña Lo que resta es subir a la montaña |